sábado, 29 de marzo de 2014

Sombrero sin sombrero,
no es sombrerero, sino caballero
errante armado, con esmero,
su coraza porta, y su escudo.
Su lanza de tiro certero
siempre acierta, siempre alcanza ;)

Nunca podrás olvidar que mi lanza en ti está clavada.
Ni que pasen los años, ni que corra el viento, ni que lo intenten las hadas.

martes, 25 de marzo de 2014

Conversaciones de hormigón (Historias de la desidia #2)

-Con los ojos rojos de tanto llorar, de nuevo gana terreno lo mezquino. Estúpida lucha contra un pilar de hormigón armado que está ahí sin ton ni son.

-Yo lo intenté derribar, pero es imposible. Es tan corrupto, tan inexplicablemente múltiple, que me di por vencida.

-¿Pero por qué coño está ahí...Justo ahí?

-Es el destino que nos toca. Ver como todos lo bordean y nosotros no podemos.

-No imaginas la rabia, la frustración, el odio que siento al estar aquí sentado, apoyado en el puto pilar de mierda.

-Lo se, lo imagino, lo entiendo. Aquí me hallo yo también.

-Sin nada que hacer.

-Sin tiempo para ser.

-Sin algo por lo que vivir.

-Eterna lucha sin fin.

-Construir para nada.

-Destruido estará mañana.

-Y así siempre...

-Cada minuto de nuestra existencia...

-¿Alguna vez has pensado en el suicidio

-Cada uno de los días de mi vida.







[De la triste Derrota a la insípida Apatía]

lunes, 24 de marzo de 2014

Día...O como convertirlo en un espejo fragmentado (historias de la desidia #1)

Imposible vivir de día. El conejo siempre corriendo, mirando el reloj. Todo con prisas.
Asco. Asco infinito, indescriptible. Asco vacío. Y cuando llega, el té está frío. Rompe la taza con la más furiosa ira y patea el suelo, maldiciendo, odiando, taciturno y enloquecido.
El paso de los días en su cárcel de pladur le quita el sentido a la vida. Nunca puede gozar del caramelo entero. Sólo un lametón, porque siempre hay prisa. ¡PRISA! ¡MIERDA YA!
Imposible, impasible existencia anodina, anhedónica. El azúcar ya no sabe a nada. Maldición del maldecido por que sí, por azar. Ojalá te dieran bien por el culo, azar de mierda, la más infecta de las putas.
Sólo la noche le arropa, le da paz y tiempo libre. Pero todo es opresivo, siempre con gusanos cerca. Sólo la noche le sirve, pero es arma de doble filo. Tiempo libre a cambio de sueño. Y en la punta de la mesa, se sienta con su té recién hecho. Y sonríe. Sonríe, desquiciado, el sombrerero loco.

martes, 4 de marzo de 2014

Caminando por un pasillo de dúctil vómito enlosado. Multiforme desvarío.
Como un tubo de tela que cambia de dirección en el momento menos previsto. Y de golpe, al girar la esquina, el falso juez calvo, sin su blanca peluca de impostor de la justicia, cruel pero ignorante malversador de la verdad, tapa el camino bueno. Una vez me engañó para seguir hacia el fondo del pozo-tubo.
Esta vez te hallas ante mí. Y no voy a ceder, ni a girar por otro sendero de vómito hipócrita.
No pasaré bajo tu fascista martillo. Ni tu drugo me hará dudar. Ni tus reyes ejecutarán su voluntad.
La voluntad del que espera paciente, bebiendo vómito día tras día, es la que llegará al final de este pasillo de inducida incertidumbre.

El espíritu del viento

[Y el mismo viento que me inspiró al final de la entrada de ayer, me hizo seguir escribiendo]

El viento está llorando. Ruge sincero y dolido.
En mis orejas, picando a la ventana,
Su canción fría de hastío.

El viento chilla incesante
con su ruido granate,
su letal caricia,maltratando los pinos. 

Resopla, maldito y frió padre.
Arranca, del suelo todo ser,
escupe en sus faces tu arena.

Hazles saber, frío padre.
Hazles saber quien eres
y cuán insignificantes son ellos.

El viento arranca todo, por mucho que creas tener.
Nadie eres bajo su poder.

lunes, 3 de marzo de 2014

Decidió ponerse gafas de sol.
Decidió usarlas por el resto de su vida. Todo se ve más oscuro. Todo es, pues, mejor.
Menos luz, menos cosas que ver. Más terreno para su mente. Un muro de cristal tintado que oculta su mirada, que sin voz habla. Luto por un mundo que está muerto. Duelo por un lugar que falleció sin haber nacido.
Y el viento ruge, ruge poderoso y enfadado. Como ruge su grito taciturno, insatisfecho. Ruge cual león que no está en la selva, como un pez en agua clorada ("¿y dónde coño está la sal?").
Y a la vez que el viento ruge, él ruge también; sin quitarse sus gafas de sol.

http://www.youtube.com/watch?v=B2i9JlZJW9I