En lo más profundo del petróleo que se amasa en tu corazón...

La bestia ruega por salir,
y tú, modesto y pudoroso,
la condenas a su foso,
al dolor de no existir.

¿No lo notas?
La bestia aporrea tu pecho
desde su profundo interior,
cada día, en tu lecho
tú duermes, ella no.

Confiérele el poder
de tus actos, el saber
que es libre para hacer
lo que tú no puedes ser.

Abre la puerta y, por fin,
libérate de tus muros y así
sin temor hacer y decir
y lo que de verdad anhelas conseguir.

Deja de ser el bueno
para ser el cínico,
metamorfosis del alma
borrando todo interno juicio.

No calles, ¡¡HABLA!!
No dudes, ¡¡ACTÚA!!
No tiembles, ¡¡PISA!!
Y así, logra lo que mereces.

No dudes, ¡¡HAZ!!
No cuestiones ¡¡ATACA!!
No imagines, ¡¡SE!!
En esta vida, no todo es fe.

Rompe las barreras,
llega hasta el fin
y logra lo que ansías,
la bestia ruega por salir.

Rompe las cadenas
de tu vergüenza azul,
no seas tu propio enemigo,
la bestia eres tú.

Los murciélagos
siempre deben volar
sobre las ratas,
pues por mucho que murmuren
ellas no tienen alas.