Caminando por un pasillo de dúctil vómito enlosado. Multiforme desvarío.
Como un tubo de tela que cambia de dirección en el momento menos previsto. Y de golpe, al girar la esquina, el falso juez calvo, sin su blanca peluca de impostor de la justicia, cruel pero ignorante malversador de la verdad, tapa el camino bueno. Una vez me engañó para seguir hacia el fondo del pozo-tubo.
Esta vez te hallas ante mí. Y no voy a ceder, ni a girar por otro sendero de vómito hipócrita.
No pasaré bajo tu fascista martillo. Ni tu drugo me hará dudar. Ni tus reyes ejecutarán su voluntad.
La voluntad del que espera paciente, bebiendo vómito día tras día, es la que llegará al final de este pasillo de inducida incertidumbre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario