Imposible vivir de día. El conejo siempre corriendo, mirando el reloj. Todo con prisas.
Asco. Asco infinito, indescriptible. Asco vacío. Y cuando llega, el té está frío. Rompe la taza con la más furiosa ira y patea el suelo, maldiciendo, odiando, taciturno y enloquecido.
El paso de los días en su cárcel de pladur le quita el sentido a la vida. Nunca puede gozar del caramelo entero. Sólo un lametón, porque siempre hay prisa. ¡PRISA! ¡MIERDA YA!
Imposible, impasible existencia anodina, anhedónica. El azúcar ya no sabe a nada. Maldición del maldecido por que sí, por azar. Ojalá te dieran bien por el culo, azar de mierda, la más infecta de las putas.
Sólo la noche le arropa, le da paz y tiempo libre. Pero todo es opresivo, siempre con gusanos cerca. Sólo la noche le sirve, pero es arma de doble filo. Tiempo libre a cambio de sueño. Y en la punta de la mesa, se sienta con su té recién hecho. Y sonríe. Sonríe, desquiciado, el sombrerero loco.
<3
ResponderEliminar